Aceite de Oliva – Dieta y Salud

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El Aceite de Oliva ha gozado de gran reputación se consideraba un medicamento en la antigüedad por sus propiedades naturales y su acción farmacológica.

El interés actual por el estudio del papel de las grasas en la alimentación del hombre se debe en buena medida a la relación que existe entre el consumo de las mismas y el desarrollo de ciertas enfermedades. Entre ellas, debemos señalar en primer lugar el proceso ateroesclerótico, una de cuyas complicaciones clínicas, el infarto de miocardio, constituye una de las más importantes causas de muerte en las poblaciones en países desarrollados.

La hipótesis dietética de la ateroesclerosis postula que el efecto de las grasas de la dieta, sobre el desarrollo de dicho proceso patológico, se debe principalmente a la influencia que ejercen sobre los niveles de colesterol del plasma sanguíneo.

Entre las muchas de las propiedades que han sido consensuadas recientemente por médicos y científicos, destacan:

– Protege contra el peligro de Afecciones Cardíacas, especialmente el infarto de miocardio.
– Es un remedio natural para las úlceras.
– En pediatría, es la grasa adecuada para la Alimentación infantil.
– Favorece el crecimiento de los huesos y la absorción del calcio.
– Previene la diabetes.
– Es excelente para mantener una piel joven y saludable.
– Rico en vitaminas A, D, E, F y K.
– Aumenta las defensas del organismo.
– D. Antirraquítica.
– E. Antiesterilidad.
– K. Antihemorrágica.

El aceite de oliva ayuda a vivir más y mejor

El consumo diario de aceite de oliva es una manera sencilla de evitar la destrucción ósea

Una investigación española demuestra la importancia del aceite de oliva en la protección ósea. Aunque diferentes estudios experimentales ya habían relacionado en el laboratorio la ingesta de aceite de oliva con la prevención de osteoporosis, este es el primer estudio que alaba los beneficios del aceite de oliva sobre la salud.

El consumo diario de aceite de oliva es una manera natural y sencilla de evitar la destrucción ósea. Además, también preserva la secreción de insulina pancreática, algo que, cuando falla, conlleva la aparición de diabetes.

A esta conclusión se llegó después de analizar los datos de 127 varones de 55 a 80 años que fueron evaluados durante al menos dos años. Los participantes tenían un diagnóstico de diabetes tipo 2 y alguno de los siguientes factores de riesgo: hipertensión, dislipemia o una historia familiar de enfermedad cardiovascular prematura. De forma aleatoria fueron asignados a uno de los siguientes grupos dietéticos: dieta mediterránea con un aporte extra de nueces, dieta mediterránea con un aporte extra de aceite de oliva virgen (de 20 a 30 ml diarios sobre su ingesta habitual de aceite) o una dieta baja en grasas.

Lo que comprobaron a los dos años de estar consumiendo esta dieta es que aquellas personas que habían tomado el extra de aceite de oliva virgen presentaban un aumento significativo de la concentración total de osteocalcina y de otros marcadores de formación ósea. En el resto de participantes no se detectó ningún cambio en estas proteínas. Estos resultados fueron en paralelo con un nivel de calcio en la sangre que no varió en el primer grupo y que disminuyó significativamente en los otros dos.

Algunas de las propiedades derivadas del consumo de aceite de oliva virgen:

Aparato digestivo:

Mejora el funcionamiento del estómago y del páncreas; el nivel hepatobiliar y el nivel intestinal.
Facilita la digestión.
Se considera muy adecuado para el control del colesterol, porque el ácido oleico aumenta los niveles del colesterol «bueno».
En la antigüedad, más de un autor latino elogió las propiedades terapéuticas del aceite de oliva hispano, especialmente recomendado para las dolencias hepáticas.
El aceite de oliva virgen es una grasa muy bien tolerada por las personas que sufren de úlceras de estómago, al no contener colesterol.
El aceite de oliva virgen es el más tolerado por el estómago. Su consumo tiene efectos beneficiosos en las gastritis hiperclorhídricas y en las úlceras gastroduodenales.

Dos cucharaditas de café de aceite de oliva virgen tomadas por las mañanas en ayunas tienen un efecto satisfactorio en los casos de estreñimiento crónico, problema que afecta a personas de todas las edades debido a regímenes escasos en verduras y frutas, especialmente a las mujeres en estado de gestación.

El aceite de oliva virgen protege contra la formación de cálculos biliares (litiasis biliares colesterólica).
Tomado en ayunas, además, reduce la inflamación del estómago. El aceite de oliva desempeña un papel muy favorable en el aparato digestivo al retener los alimentos por cierto tiempo y regularizar la evacuación del estómago. Además, tiende a disminuir algo la acidez del jugo gástrico y también facilita y regulariza la evacuación del contenido intestinal. El «oro líquido», por otra parte, ejerce una acción estimulante de la secreción biliar y como es ligeramente laxante combate el estreñimiento, estimulando el hígado y la vesícula biliar, facilita las funciones digestivas e intestinales.

Aparato circulatorio:

Ayuda a prevenir la arteriesclerosis y sus riesgo. El consumo de aceite de oliva virgen previene, además, las afecciones cardíacas.
El aceite de oliva es algo laxante, colagogo y emoliente. Combate el aumento de la tensión arterial y sus consiguientes efectos; provoca la orina y ayuda a expulsar las lombrices intestinales.

Sistema óseo: Estimula el crecimiento y favorece la absorción de calcio y la mineralización de los huesos del esqueleto humano.
Piel: El aceite de oliva virgen transmite un efecto protector y tónico de la epidermis; cura quemaduras, aliviando el dolor y las marcas posteriores; previene contra las estrías, evitando que las fibras de la piel se rompan y se deterioren los tejidos.
Las grasas, especialmente las vegetales y sobre todo el aceite de oliva virgen sirven para proteger las células, asimilar las vitaminas, mantener tersa nuestra piel y acumular la energía de reserva.

Sistema endocrino:

Su consumo mejora las funciones metabólicas.Infancia:

Es la mejor grasa en alimentación para los bebés. El aceite de oliva virgen proporciona ácidos grasos esenciales en relación similar con la que se encuentra en la leche materna.
Tiene una notable influencia en la mineralización y desarrollo de los huesos.
Personas mayores:

En las personas adultas se produce una reducción de la capacidad digestiva y una deficiente absorción de las sustancias nutritivas y de las sales minerales, que el aceite de oliva virgen, con su consumo, logra equilibrar.
Investigadores de diferentes países coinciden en señalar la necesidad de consumir aceite de oliva virgen, tanto en época de crecimiento como en la vejez, para evitar las pérdidas de calcio y las lesiones cutáneas.
Arteriesclerosis (enfermedad de las arterias):

El infarto, como sabemos, es la enfermedad más extendida en los países industrializados. El consumo de tabaco, la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia, así como la edad, pertenecer al sexo masculino, la diabetes, la gota, la tasa elevada de triglicéridos y la inactividad física son los aspectos que lo favorecen.
Para evitar el infarto, la primera medida a seguir es la reducción de las grasas animales, que favorecen el aumento de la tasa de colesterol plasmática, y su correspondiente sustitución por el aceite de oliva virgen, rico en grasas monoinsaturadas y en antioxidantes, como son los alfa-tocoferoles o los polifenoles.
El principal responsable de los efectos cardiovasculares del aceite de oliva es el ácido oleico, que reduce la presencia de otros ácidos grasos.

Cáncer:

Aunque no se hayan establecido aún conclusiones que confirmen las propiedades del aceite de oliva virgen contra los tumores cancerígenos, sí se tienen al respecto consensos entre los diferentes colectivos médicos que coinciden en apostar por una dieta rica en vitaminas antioxidantes (vitamina A y C), abundantes en las frutas y verduras, para evitar este terrible mal. Todos los estudios coinciden en señalar que también la vitamina E, muy presente en el aceite de oliva virgen, ayuda a reducir el riesgo de cáncer de mama. Click para seguir leyendo…

Diabetes:

La grasa monoinsaturada del aceite de oliva virgen disminuye los niveles de glucosa en sangre y, por lo tanto, las dosis de insulina necesarias, mejorando el perfil lípido de los diabéticos. Algunos estudios recientes coinciden en afirmar que la tensión arterial también disminuye.

Calidad culinaria:

Otra línea de trabajo debe ser la calidad culinaria ligada, en parte, a los aspectos nutricionales y terapéuticos. En este campo, se ha de diferenciar la utilización en crudo y su utilización en fritura. En la primera de las cuestiones de la calidad culinaria, su utilización en crudo, son los caracteres sensoriales lo fundamental a la hora de definir calidades. Para caracterizar organolépticamente un aceite de oliva virgen existe el método del panel test (COI, 1987), que permite realizar objetivamente un perfil con los atributos del aceite. Los diferentes tipos que pueden presentarse dependen de múltiples factores varietales, medio ambientales, edafológicos. etc., dando lugar a una gama de aceites capaces de satisfacer los diferentes gustos de los consumidores en función de su utilización en ensaladas, salsas, etc., propiciando una verdadera cultura del aceite a imagen de la existente en el vino.

En el segundo aspecto, es decir su utilización en fritura, son parámetros como la resistencia a la termoxidación, penetración de la grasa muy ligada al gasto de aceite, la vida útil en repetidas frituras, que naturalmente están relacionadas con la composición de los aceites, las que hay que determinar para evaluar esta calidad.