Se trata de una de las frutas más populares del verano por muchos motivos, pero sobre todo porque en esta época es cuando la encontraremos en su punto de maduración exacto. El melón es un fruto que nos aporta una gran cantidad de vitaminas, previene la deshidratación y, además, resulta muy dulce y sabroso a nuestro paladar.
Procedente de la melonera, estamos ante una planta anual y herbácea de origen semidesconocido, aunque se cree que podría ser Asia Central o incluso África. Lo cierto es que las condiciones perfectas para su crecimiento son climas cálidos y no excesivamente húmedos. Además, un factor importante para un buen desarrollo es contar con grandes cantidades de luz.
Lógicamente existen diferentes tipos y clases de melón, aunque la inmensa mayoría de ellos cuentan con unas propiedades muy similares.
Entre las principales propiedades del melón nos encontramos con que aporta una gran cantidad de la vitamina del tipo A. Su función será básicamente la de evitar la sequedad que podría aparecer tanto en nuestra piel como en las mucosas.
Otra clase de vitamina que conseguiremos con este fruto es la del tipo E, un poderosísimo antioxidante que además previene el cáncer y todo tipo de enfermedades cardiovasculares.
¿Sabías que el melón es diurético? Un consumo regular nos ayudará a eliminar todo tipo de toxinas en nuestro organismo, neutralizar la creación de acidez y actuará también como un laxante suave.
Gracias a esta eliminación de toxinas que hemos mencionado, un consumo habitual nos permitirá prevenir la aparición de manchas en rostro y cuerpo,.
También es importante tener en cuenta que no sólo disfrutaremos de una buena cantidad de vitaminas, sino también de altas dosis de fibra y minerales, entre los que destacan el potasio, el zinc o el calcio.
Para terminar, entre las propiedades más importantes del melón no podemos olvidarnos de señalar que previene la gota, el colesterol alto o la artritis, a la vez que nos ayudará a mantener nuestro peso, puesto que sus calorías son mínimas.
A la hora de acudir a la frutería para elegir un buen melón, hemos de fijarnos en ciertos puntos importantes. Por ejemplo, hemos de evitar comprar ejemplares que presenten manchas, cortes o cualquier tipo de golpe en su cáscara externa.
El olor del melón ha de ser dulce e intenso, ya que estas dos características nos harán saber que está en su punto de maduración perfecto. Si no sabes elegir entre dos ejemplares que parecen igual de buenos, llévate el más pesado, ya que aquellos que tienen una cáscara más gruesa suelen tener un mejor sabor.
En último lugar, consérvalo en el refrigerador cuando lo hayas cortado. Puedes envolverlo en film transparente o envasarlo para que conserve todas sus características. Hoy en día, existe una gran cantidad de recetas diferentes, desde sopas, cremas o gazpachos de melón que nos ayudarán a comerlo de forma regular sin problema alguno.