Los huevos ecológicos

Los huevos camperos, los ecológicos, se están imponiendo como una nueva forma de consumo. Sea como sea, el huevo es una de las mayores fuentes de proteínas de origen animal. Erróneamente se le ha asociado con el colesterol malo cuando en realidad aporta varios beneficios que queremos que tengas en cuenta.


Los productores de huevos camperos saben bien que los cuidados que reciben las aves son fundamentales para el correcto aporte de nutrientes. La yema contiene vitaminas del grupo A, D, E y B y minerales como hierro, fósforo, zinc y selenio. Por su parte, la clara es rica en proteínas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) la toma como referencia para determinar la calidad proteica de los alimentos.



Decíamos antes que siempre han circulado mitos acerca de los huevos y el colesterol. Lo cierto es que, que se tenga un nivel más o menos alto, no depende del consumo de un alimento en concreto, sino de la dieta en general. De hecho, diversos estudios han llegado a la conclusión de que una persona sana puede consumir un huevo diario sin que aumente el riego de infarto cardíaco o cerebral. Los huevos que vienen de una granja avícola ecológicaestán libres de sustancias químicas.


Además, el entorno en el que viven las gallinas está libre de iluminación artificial y por supuesto no existen jaulas. De hecho, para que al huevo se lo pueda catalogar como orgánico o ecológico tiene que existir una bioseguridad eficiente. Nos referimos a unas condiciones determinadas en cuanto a ambientación, nutrición y sanidad de las aves. En cuanto a la ambientación, es básico que las gallinas vivan en un ambiente libre.


Es innegable que existe una relación directa entre la calidad de vida del animal y la producción de los huevos camperos.



El peso y tamaño de las gallinas también influye. Se trata de que el crecimiento no se vea acelerado por medios físicos ni químicos. Hablábamos también de la iluminación. En las explotaciones de huevos ecológicos es necesario que las gallinas estén expuestas al sol, al aire libre. De hecho, está comprobado que el encierro y el hacinamiento son nocivos para las aves.


A la hora de comprar huevos ecológicos debemos fijarnos en que la caja lleve fecha de caducidad. Además tenemos que asegurarnos de que hayan pasado el control pertinente de las autoridades sanitarias.


En resumen, los huevos ecológicos, además de tener mucho más sabor, tienen muchísimas más propiedades nutritivas que los convencionales gracias al tipo de vida que llevan las gallinas. Estas aves no comen los piensos modificados genéticamente para aumentar el peso que se les dan a las otras.


En las explotaciones ecológicas no importa tanto la cantidad como la calidad del producto. Son gallinas que al no vivir hacinadas se ejercitan y ven la luz del sol. En consecuencia, los huevos que ponen son ricos en vitamina B7 o biotina, muy beneficiosa para la piel, el cabello y las uñas. Además, esta vitamina ayuda a regular el azúcar en sangre a las personas diabéticas.