Alimentación en el embarazo

En línea con nuestra filosofía de darte consejos enfocados a llevar una dieta sana y equilibrada, hoy queremos recoger algunos consejos de alimentación para embarazadas. Si la dieta siempre ha de ser equilibrada, con mucha más razón durante el periodo de gestación ya que de lo que coma la madre dependerá en gran medida la salud del feto.


Lo primero a tener en cuenta es que las embarazas tienen que reducir al mínimo el consumo de grasas animales. Como ocurre en muchos casos, la más recomendable será nuestra venerada dieta mediterránea.


Aunque nos lo recordará el médico, es importante tener en mente desde el primer mes de gestación el listado de todo aquello que no podemos incluir en la alimentación para embarazadas. Por supuesto, nada de bebidas alcohólicas.


También hay que evitar las comidas preparadas con mucha grasa como las hamburguesas y el resto de comida rápida similar. Tampoco debemos abusar de los embutidos. Si tras el análisis pertinente, el médico te dice que no tienes anticuerpos contra la toxoplasmosis, has de redoblar las precauciones alimentarias que estamos repasando en esta entrada. En el caso de los embutidos, se trata sobre todo de los que no están demasiado curados como el jamón serrano o algunos tipos de chorizo.


Estos pueden contener el protozoo causante de la toxoplasmosis, una enfermedad muy perjudicial para el futuro bebé. La cuestión es que los síntomas pueden pasar desapercibidos o incluso confundirse con una gripe leve. Las señales son: ligera hinchazón de los ganglios del cuello, fiebre, dolor de garganta, dolores musculares y cansancio. Lo que sí puede incluir la alimentación de una embarazadaes embutidos cocidos como el jamón de York, la pechuga de pavo y la mortadela.


Las mujeres que estén inmunizadas contra la toxoplasmosis pueden comer embutido sin problema. No obstante, han de poner especial cuidado con la fruta o verdura mal lavada porque ahí también se puede esconder el protozoo que causa la infección.



Siguiendo con los consejos de alimentación para las gestantes, hay que tener siempre en cuenta que no se pueden ingerir en exceso alimentos con un alto contenido en vitamina A. Es el caso del hígado de los animales, sobre todo de los pescados. Ingerida en exceso, esta vitamina aumenta el riesgo de alteraciones en el desarrollo del embrión.


De todas formas, no pasa nada por comer hígado de vez en cuando o disfrutar de una tostada de paté o de foie. En el caso del azúcar, no está contraindicado durante la gestación aunque hay que tomarlo con moderación. En el caso de la sal, también se puede consumir pero es fundamental que sea yodada.



Es importante comer al menos 7 porciones de fruta y verdura al día, elegir productos de temporada que sean frescos y ricos en agua o usar aceite de oliva virgen para aliñar. Aunque podemos consumir sal siempre y cuando sea yodada, puede ser más saludable sustituirla por hierbas aromáticas como salvia, albahaca, romero o menta.


Por último, procura ingerir la cantidad necesaria de calcio y cambia el pan normal por el integral. Aunque no te gusten demasiado, aumenta el consumo de legumbres ya que son una excelente fuente de vitamina B, calcio, zinc, potasio, fósforo y magnesio. Sea como sea, ten en cuenta que las necesidades del feto y de la madre van cambiando en función del trimestre de embarazo.


Si antes de la concepción y durante el primer trimestre la mujer ha de tener reservas suficientes de ácido fólico, en el segundo y el tercer trimestre la dieta puede variar en función de los resultados de los análisis. En el caso de que se manifieste un déficit de hierro o diabetes gestacional, la dieta se deberá adecuar a las nuevas circunstancias.