Características de la comida mexicana

Acudir a un restaurante mexicano ya no supone una novedad para casi nadie. La gastronomía de este país nos ha ido invadiendo poco a poco y conquistándonos gracias a su colorido, sabor y variedad. ¿Conoces las características principales y las materias primas más utilizadas? Desde dueto cocina urbana nos gustaría explicártelas en este nuevo post.


Una de las principales claves de la gastronomía de este país es su inmensa variedad de platos y recetas. De hecho, cuando acudimos a cualquier restaurante mexicano es muy habitual que nos sintamos perdidos y desorientados, necesitando algo de ayuda. La comida mexicana es, sin duda, una de las más amplias del mundo y también de las mejor acogidas.


Un punto importante que tenemos que saber es que la comida mexicana ha sido influenciada y ha influenciado a muy diversas cocinas del mundo, sobre todo a la española, cubana y también asiática. No en vano, su gastronomía fue reconocida como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.


Entre todos los ingredientes que componen esta rica cocina, dos destacan por encima de los demás por su gran uso y tradición: el maíz y el chile. Desde hace muchísimos años (se habla de la época prehispánica) se vienen mezclando estos dos componentes con todo tipo de especies, como por ejemplo el cacao, el aguacate o la calabaza.


Los chiles son vegetales muy utilizados en México. Este alimento contiene una impresionante cantidad de vitamina C, al mismo nivel que los cítricos de nuestro país, como la naranja o el limón. Por lo tanto, no sólo estaremos disfrutando de platos llenos de sabor, sino también saludables.


Es destacable también la presencia de otra vitamina, esta vez del grupo A. Su nivel también resulta asombroso, situándose incluso por encima del contenido de las zanahorias.


Con la llegada de los colonos a México, se comenzó a mezclar ambas gastronomías, utilizando carnes de animales procedentes de Europa, sobre todo de cerdo. Este animal se ha adueñado de varias de las recetas más típicas del país, como la carnita, el chicharrón o las manitas a la vinagreta.


Pero no podemos olvidarnos de otras carnes, como por ejemplo las de vaca (y derivados) o las de ovejas.


Con la llegada de la población europea también se produjo una mezcla en los cereales usados. A los tradicionales se le unieron otros como el trigo o el arroz. Sin embargo, las famosas tortillas de maíz siguen siendo las más consumidas en cualquier restaurante o casa mexicana.


Según muchos nutricionistas, estas tortillas ayudan a contribuir a un buen funcionamiento del intestino, fomentando su equilibrio. Además, su flexibilidad y la gran variedad de tamaños permiten preparar todo tipo de platos diferentes, como las flautas, los tacos o las tostadas.


Pese a que cada región tiene sus propios platos (al igual que en España), sí que existen unos cuantos habituales cuando acudimos a cualquier cantina mexicana, como por ejemplo la cochinita pibil, el mole oaxaqueño, el mole poblano o el guacamole, que no deja de ser una salsa típica.