Cerveza, propiedades y beneficios

En verano o fuera de él, da igual, la cerveza es una de las bebidas más consumidas en nuestro país y también en todo el mundo. Se trata de un brebaje alcohólico.


¿Quiere decir esto que será perjudicial? No del todo, ya que en su justa medida, no tiene por qué ser negativo. Pero tampoco lances las campanas al vuelo, ya que esto no implica barra libre.


La cerveza es una bebida que nos resulta suave al gusto y al paladar y que, hablando desde un punto de vista nutricional, no es similar a otras bebidas alcohólicas, como pueden ser los licores, el vodka o el ron. Se trata de un caso muy parecido al del vino, ya que ambas contendrán menos cantidad de alcohol nocivo para nuestro organismo y nuestra salud.


Del mismo modo que el vino tomado con moderación puede resultar una bebida que ayuda a prevenir ciertas enfermedades cardiovasculares, la cerveza puede resultar muy nutritiva y con interesantes beneficios, siempre y cuando no se abuse de su consumo. Lo ideal, según la inmensa mayoría de los nutricionistas, sería un vaso al día.


Lo primero que tenemos que saber, incluso antes de las calorías que tiene una cerveza y que nos preocupa a la mayoría, es que los ingredientes que se utilizan en su elaboración son naturales y, sobre todo, sanos. Los principales son lúpulo, cebada, levadura de cerveza y malta.


Esto convierte a la cerveza en un líquido que puede considerarse cardiosaludable, ayudando a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, disminuyendo los triglicéridos y también el colesterol malo (LDL).


Hemos de ser conscientes de lo que significa esto: esta bebida por sí sola no evitará que suframos esta clase de enfermedades, pero en un marco de vida sana y saludable, junto con un consumo ordenado, puede ser un factor que contribuya a disminuir las posibilidades de padecer esta clase de males.


También se ha demostrado que este brebaje reduce la coagulación de la sangre, consiguiendo una mejor circulación. También es reseñable que ayudará a mejorar la densidad ósea, puesto que contiene notables niveles de ácido fólico.


En cuanto a la información nutricional, un vaso de cerveza contendrá 47 calorías, un aporte realmente bajo. Además, no nos aportará grasas o hidratos de carbono. En cambio, sí que lo hará con algunos minerales esenciales, como puede ser el calcio, potasio, sodio o magnesio.


Una vez que hemos solucionado (para bien) el tema de las calorías y la cerveza, nos hemos de fijar y concienciar sobre cuánto es recomendable consumir. Ten en cuenta lo primero de todo que no será lo mismo una con alcohol que otra sin.


Como ya hemos mencionado, si llevase alcohol, lo más adecuado según la mayoría de nutricionistas y médicos será una al día, evitando que esta sustancia pueda resultar nociva para nuestro organismo.


Optar por la cerveza sin alcohol no restará un ápice de sus beneficios nutricionales, por lo que podremos tener algo más de libertad a la hora de aumentar la cantidad ingerida por día.