Claves para controlar el azúcar que consumimos

Desde dueto cocina urbana seguimos con la intención de tratar de convertir nuestra alimentación en algo mucho más sano y saludable para nuestro cuerpo sin que ello suponga pasar hambre o perder el gusto por la comida. Por eso, en este próximo artículo nos gustaría hablaros sobre por qué es bueno consumir alimentos bajos en azúcar.


¿Sabes que un adulto consume como media 1 kilo de azúcar cada dos semanas? Para hacernos una idea, sería la misma cantidad que los paquetes que encontramos en cualquier supermercado. ¿No os resulta un poco exagerado? Pues debes saber que los adolescentes suelen superarles.


Muchas personas saben que existen alimentos que contienen azúcar natural y que, por lo tanto, es muy difícil eliminarla, además de contraproducente. Estamos hablando sobre todo de las frutas. Sin embargo, hay otros productos como el chocolate o las galletas que cuentan con endulzantes añadidos.


Lo que poca gente sabe es que hay grandes cantidades de azúcar “escondidas” en todo tipo de comidas y que no son consideradas como “dulces”. Es importante conocer dónde, informarnos y tratar de limitarnos.


Según publicó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el pasado mes de marzo, el consumo total de azúcar debería ser siempre inferior al 5% del total de las calorías que una persona ingiere a lo largo del día. A partir del 10% se considera que la dieta no es para nada saludable. Incluso algunos nutricionistas estiman que el 3% sería un valor más aceptable.


Pero si tomáramos la recomendación de la OMS como válida: ¿Cuánto supone el 5% de nuestras calorías? Lo habitual es que un adulto ingiera alrededor de 2.000 diarias, lo que supondría un máximo de 25 gramos de azúcar por día o lo que es lo mismo, 6 cucharillas.


¿Te parece mucho? ¿Poco? Lo único cierto es que, por ejemplo, en una lata de refresco normal hay azúcares por valor de 9 cucharillas. Ya nos hubiéramos pasado con sólo tomar uno. Así, según un estudio de la BBC, las bebidas con mayores niveles son los batidos, seguidos de las de cola, el agua con sabor a frutas, las bebidas para deportistas y los jugos de frutas no frescos.


También existe un buen número de “productos sin azúcar” que realmente sí tienen una buena cantidad, como todas las salsas, especialmente las de barbacoa, el kétchup o la agridulce. Lo mismo que los yogures de frutas o el alcohol, una de las bebidas que presentará unos niveles más altos. De hecho, se estima que aproximadamente el 10% del consumo de un adulto proviene de aquí.


Habrá que tener también cuidado con los alimentos bajos en azúcar o “light” ya que pueden llevar a la confusión puesto que este ingrediente puede venir “camuflado” con otros nombres, como glucosa, sacarosa, lactosa, maltosa o fructosa.


Lo cierto es que los fabricantes no están obligados por ley a separar los azúcares añadidos de los naturales en la etiqueta que debe acompañar a cada alimento. Sin embargo, si uno contara con más de 15 gramos por cada 100, se considerará que su contenido es alto, debiendo limitarlo o, incluso, eliminarlo.