Cómo conservar un Jamón – Consumo y partes del jamón

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Cómo conservar un Jamón con pata.

La forma más adecuada de conservar un jamón es guardarlo en un lugar seco y con ventilación suficiente, a temperatura ambiente estable, lejos de fríos o calores extremos.

Cómo conservar un Jamón deshuesado.

Un Jamón sin hueso debe conservarse en una bolsa, envasado al vacío.A medida que se vaya consumiendo, se debe guardar en la parte menos fría de la nevera y cubrirlo con un trapo de algodón seco.

Razas

Seis son las Denominaciones de Origen o Indicaciones Geográficas Español, cada un sus peculiares con sus características.

Se destinan para la elaboración del Jamón Serrano ejemplares provenientes de las razas: Razas Ibérica, Duroc, Duroc Jersey, Landrace, Large white.

Partes del jamón

Maza: es la parte donde el jamón serrano tiene más carne, es la parte principal del jamón, la más rica y jugosa, y contiene mayor cantidad de magro.

Contramaza: es la parte opuesta a la maza, es la parte del jamón más estrecha y por lo tanto la más curada, además es la que contiene menos proporción de grasa.

Babilla: es la parte delimitada entre el hueso fémur y el coxal, por lo que contiene menos carne que la parte de la maza. Es por la parte del jamón que se recomienda empezar en el consumo, con el fin de conservar y aprovechar la pieza del jamón.

Punta o cadera: es la parte opuesta a la pezuña. Es una de las partes más sabrosas del jamón, junto con la maza, por lo que contiene bastante contenido graso.

Jarrete: esta parte del jamón, se localiza entre la tibia y el peroné, se suele utilizar para hacer taquitos de jamón, la carne suele ser más dura y fibrosa y con diferentes sabores.

Caña: tiene las mismas características en cuanto a textura y sabor que el jarrete. Esta parte del jamón serrano se suele utilizar en gastronomía para extraer taquitos.

Conservación y consumo del Jamón

El Jamón debe consumirse a temperatura ambiente, nunca frío. Es por ello que es conveniente si está en el frigorífico se saque unos 20 minutos antes de consumirlo.

Si consumimos un jamón entero, éste debe cortarse justo antes de ser servido, puesto que los aromas se van perdiendo y la oxigenación prolongada perjudica su sabor de forma notable.

La superficie del corte debe protegerse para evitar que se reseque, cubriéndola con una loncha de tocino del recorte del propio jamón y tapándolo con un paño.

Las lonchas deben tener un aspecto brillante y ser finas para poder apreciar todo el sabor y aroma.

La presencia de puntos blancos en la superficie de corte del jamón se debe a la cristalización de la tirosina, un aminoácido de las proteínas y, por tanto, no es en absoluto perjudicial para la salud.

Cuando un jamón entero lo cubre una capa de moho o flora es una buena prueba de que es un producto natural, sin ningún tipo de conservantes que alteren su proceso de curación y maduración. Simplemente se trata de limpiar con aceite vegetal la superficie y quedará listo para su consumo