El éxito de la comida rápida

¿Te has parado a pensar alguna vez por qué existen tantos restaurantes de comida rápida? ¿Dónde radica su éxito? Existen muchísimas franquicias de hamburguesería que nos ofrecen sabrosos platos y acompañamientos para disfrutar en solitario, en familia o con amigos. ¿Cuáles son las ventajas principales de esta clase de alimentación?


Se puede decir que estamos ante la era de las cadenas de comida rápida. Los motivos para que su consumo sea tan elevado son muy variados, pero podríamos destacar sobre todo el poco tiempo que tenemos en nuestra jornada, su gran sabor o el precio de sus menús. Pasemos a analizar estos puntos más en profundidad.


La rapidez es la principal ventaja de las franquicias de hamburguesería. De hecho, sólo tendremos que esperar unos pocos minutos hasta tener en nuestro poder la comida. Estamos ante un beneficio claro en comparación con los restaurantes tradicionales, donde es habitual tener que aguardar un buen rato hasta comenzar a recibir el pedido.


Esta característica propia encaja a la perfección con nuestro actual estilo de vida. Los horarios hoy en día son una locura: entramos a trabajar muy pronto y salimos casi de noche, sin apenas tiempo para comer en casa. De esta manera, tenemos dos opciones: o prepararnos algo ligero y comer en nuestro puesto o acudir a uno de estos restaurantes. Normalmente, muchas personas escogen la segunda alternativa para poder “escapar” aunque sea unos minutos de su rutina y despejar la mente.


Para atraer y captar a los clientes, las franquicias de comida rápida utilizan dos armas muy poderosas y a las que muy poca gente puede decir que no. La primera de ellas es el sabor de su comida, realzándolo y potenciándolo al máximo. La consecuencia, como ya sabrás, es la ingesta de una gran cantidad de calorías y, en ocasiones, grasas. Por suerte, existen cadenas que se preocupan por este tema y ofrecen a sus clientes unos menús más saludables que hace pocos años.


La segunda arma con la que conseguir clientes nos afectará directamente a nuestro bolsillo: el precio. Actualmente es factible comer en uno de estos restaurantes sin que el coste total llegue si quiera a los 10 euros. En cambio, acudir a una cafetería puede costar tranquilamente el doble o el triple. Es por eso que mucha gente se decide por las hamburguesas o pizzas, conscientes que es casi insostenible para su economía pedir diariamente el menú del día.


En último lugar, no podemos pasar por alto la importancia de la mercadotecnia, parte esencial de la estrategia mercadológica de estas franquicias. En estos restaurantes nada está colocado al azar. Sus logos, colores, incluso las mesas o sillas tienen un objetivo específico: atraer y retener.


Como habrás podido comprobar, el éxito de este tipo de alimentación no responde a algo casual, ni tampoco a la suerte. Todo lo contrario.