Muchas personas confían en los beneficios de la leche de vaca. Otras en cambio, se han pasado a otras opciones como las bebidas de soja, de almendra, de avena o de arroz. ¿Tú cuál prefieres? En dueto cocina urbana repasamos sus diferencias.
Recuerda que no podemos hablar de leche de soja ni de arroz porque no proceden de un animal. Lo correcto es hablar de «bebidas vegetales».
Las alternativas a la leche de vaca han proliferado en los últimos tiempos. Si hace unos años sólo las encontrábamos en tiendas especializadas, a día de hoy es común encontrar estas bebidas vegetales en los supermercados.
De hecho, en los últimos años el consumo de leche de vaca ha disminuido en España. Segúndatos del Observatorio del Consumo y Distribución Alimentaria del Ministerio de Medio Ambiente, en 2000 se consumían 99 litros por persona y año mientras que, en 2013, la cifra bajó hasta los 73,5 litros. Esto supone una disminución de aproximadamente el 25%.
Como ves, muchas personas están optando por dejar de lado la leche tradicional alegando que les resulta difícil de digerir y que les provoca hinchazón, gases o incluso diarrea. Otros simplemente son intolerantes a la lactosa, el azúcar de la leche; a la caseína, la principal proteína que contiene o quieren dejar de consumir grasas animales.
A pesar de que existen opciones sin lactosa que mantienen los beneficios de la leche de vaca, hay personas que prefieren explorar otras opciones vegetales.
Empezamos con la leche de soja. Es una legumbre y su contenido de proteínas en similar al de la leche de vaca, pero su contenido calórico es menor. Es por lo tanto una buena alternativa para las personas que buscan perder peso. Algunas marcas comercializan la bebida de soja fortificada con calcio y vitaminas A y D.
Tiene un ligero sabor a frutos secos y se mezcla bien tanto con el té como con el café. La verdad es que entre las bebidas vegetales, la de soja es quizá la más popular. Es menos energética que la leche de vaca, pero no contiene azúcar ni grasas dañinas. Lo malo es que las personas que no digieren bien las legumbres pueden tener dificultades para asimilar la bebida de soja al tratarse de una legumbre.
Por su parte, la leche de almendra se consume sobre todo en Estados Unidos y Reino Unido. Es rica en proteínas y fibras solubles por lo que protege a la pared intestinal y regula la absorción de azúcares y los niveles de colesterol. Es rica en vitaminas A, E y B5, en potasio, hierro, calcio, magnesio, fósforo y manganeso, pero pobre en sodio.
Es recomendable para adolescentes, personas convalecientes, embarazadas y madres lactantes para contribuir a estabilizar el sistema nervioso o combatir la anemia.
Por su parte, la leche de arroz es muy ligera y por lo tanto de fácil digestión. Es pobre en calcio y contiene aproximadamente la mitad de calorías que las bebidas de soja, avena y almendras. La leche de arroz no contiene gluten y ayuda a estabilizar el sistema nervioso.
Gracias a los hidratos de carbono complejos que contiene, va liberando energía de forma progresiva. Pasamos ahora a la bebida de avena, consistente y densa. De hecho, la avena es uno de los cereales más completos desde el punto de vista energético y nutricional.
Presenta altas concentraciones de aminoácidos esenciales, ácidos grasos, carbohidratos, vitaminas y minerales. Su alto contenido en fibra ayuda al sistema digestivo y a disminuir el colesterol y los ácidos biliares del intestino.