El atún es uno de los pescados más consumidos en todo el mundo y, por supuesto, en nuestro país. Su excelente carne, sus propiedades nutricionales, su precio y su excelente sabor lo convierten en un plato deseado sobre todo en épocas de temporada alta. ¿Quieres conocer todas sus características? Te las explicamos en nuestro nuevo post.
La carne del atún contiene alrededor de un 12% de grasa, pero no te asustes, ya que es realmente rica en ácidos grasos omega-3, que ayudarán a nuestro cuerpo a disminuir los niveles de colesterol y triglicéridos, ya que consigue una sangre mucho más fluida.
Además, gracias a esto, ayuda a prevenir la aparición de ciertas enfermedades como puede ser el riesgo de aterosclerosis y trombos. Esta es la razón por la que su consumo esté realmente indicado para aquellas personas que sufran algún tipo de problema cardiovascular.
De hecho, este pescado en todas sus variedades, como el sabroso atún rojo, está recomendado en dietas de pérdida de peso, ya que su carne posee los niveles más altos de proteínas de alto valor biológico: 23 gramos por cada 100.
Es también apreciable y valorable la cantidad de vitaminas y minerales que contiene su carne, destacando por encima de todos las del grupo B, como la B2, B3, B6, B9 y B12. Su contenido supera con creces a carnes animales, huevos o todo tipo de quesos, alimentos vitamínicos por naturaleza.
Todas las vitaminas que encontraremos en el atún nos permiten potenciar y conseguir el máximo aprovechamiento de los nutrientes, tanto hidratos de carbono, como proteínas o grasas. Además, también funcionarán en diversos procesos de nuestro organismo, como la formación de glóbulos rojos, el correcto funcionamiento de nuestro sistema nervioso o también de nuestras defensas.
Todas las variedades de este pescado, como el atún rojo, contienen cantidades sobresalientes de otras vitaminas liposolubles como las del tipo A y tipo D. La primera de ellas nos permite un mantenimiento, crecimiento y reparación de todos los tejidos de nuestro cuerpo, como por ejemplo la piel, mejorando nuestra resistencia frente a infecciones. Por su parte, las del tipo D son básicas para conseguir una buena absorción del calcio y su fijación a nuestros huesos
No podíamos olvidarnos de los minerales que nos encontraremos en cada ración de atún, como por ejemplo el fósforo o el magnesio, que sobresalen por encima del resto, aunque también es notable la presencia de hierro y yodo.
El fósforo está presente en muchas zonas importantes de nuestro organismo, como por ejemplo en los huesos y en los dientes, pero también en el buen funcionamiento del sistema nervioso o los músculos.
El magnesio, en cambio, interviene decisivamente en el buen funcionamiento del intestino, los nervios y la recuperación muscular, además de mejorar la inmunidad de nuestro cuerpo.
El hierro es el mineral fundamental para la formación de hemoglobina, proteína que nos ayudará a transportar el oxígeno desde nuestros pulmones hasta todas y cada una de las células de nuestro cuerpo.
En último lugar, el yodo es indispensable para que la glándula tiroides funcione perfectamente y sea capaz de realizar todas sus importantes funciones metabólicas.
Como verás, el consumo de atún rojo será realmente importante para nuestro cuerpo, pero también será una delicia para nuestros sentidos, ya que su sabor es intenso y agradable.
