Residuos de la industria aceitera, bioplástico, biomasa

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Reutilizar los residuos de la industria aceitera como abono ahorraría 60 millones de euros al año

En la extracción del aceite de oliva se obtiene un residuo, formado por la pulpa de la aceituna, el agua del fruto (alpechín) y el hueso triturado, que se denomina alperujo. Es muy contaminante, pero una vez compostado puede ser utilizado como abono orgánico en agricultura ecológica o, en mezcla con turba o fibra de coco, como sustrato en macetas para el cultivo sin suelo.

El alperujo presenta un aspecto similar al de una “papilla”, rica en nitrógeno, potasio y materia orgánica, pero también con un alto contenido en polifenoles, de conocido efecto fitotóxico. Por ello, es imprescindible someterlo a un proceso de compostaje antes de su empleo en agricultura.

El año pasado, en España se produjeron un total de 5,5 millones de toneladas de alperujo, de los que el 82% se localizó en Andalucía.

No obstante, y a pesar de estos efectos beneficiosos, en 2009 solo se compostaron unas 45.000 toneladas de alperujo en Andalucía, principalmente en Jaén y Córdoba, lo que sólo supone un 10% de la producción total. Esta situación se debe, no sólo al desconocimiento de la técnica de compostaje por parte de las empresas extractoras y los agricultores, sino también a la inversión en infraestructuras que requiere este proceso.

Compostaje tradicional al aire libre, mediante el método de apilamiento y volteo.

La denominada olivicultura sostenible se basa en la utilización de todos los materiales resultantes del proceso de obtención del aceite. Actualmente, el alperujo procedente de las almazaras y otros subproductos del sector agroalimentario se están utilizando como abono. Con esta técnica, los compuestos van fermentando gracias a distintos microorganismos y se obtiene un compost libre de compuestos tóxicos para el desarrollo de los cultivos. Para ello, los expertos utilizan diferentes mezclas de los subproductos, a los que añaden material nitrogenado y aporte de restos de poda de olivar como material estructurante. Por tanto, se trata de un proceso aeróbico, biológico y realizado en condiciones controladas.

Aprovechamiento de la biomasa del cultivo del olivar con fines energéticos

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Jaén (UPA-Jaén) ha demostrado, la viabilidad del aprovechamiento de la biomasa con fines energéticos. Que es posible producir biomasa en planta por debajo de los 35 euros por tonelada para que salgan las cuentas. Y en esos números está también el coste del transporte, que condiciona el resultado final porque no se puede desplazar la biomasa más allá de los 50-60 kilómetros.

Jaén es la principal cantera de Europa de biomasa y su aprovechamiento permitirá poner en marcha una actividad económica que generará riqueza y miles de puestos de trabajo, además de valorizar aún más el aceite, contribuyendo de forma decidida a una energía limpia. En definitiva, estamos ante un yacimiento económico real y viable, con un potencial extraordinario y único en Europa.

Ahora falta la iniciativa privada, en la que tienen que estar desde las cooperativas, las comunidades de regantes y cualquier tipo de empresa con el apoyo de las administraciones y de las organizaciones como UPA.

Crean un envase de bioplástico a partir de la piel de la aceituna

La piel de la aceituna podría convertirse en una materia prima para la producción de envases biodegradables para la conservación de alimentos.

Un investigador de la Sierra de Segura (Jaén) , ha logrado extraer de los residuos orgánicos de la piel de la aceituna un compuesto denominado polihidroxialcanoato, que puede ser utilizado para la fabricación de plástico orgánico no tóxico y totalmente biodegradable, utilizando residuos de las almazaras.

El nuevo plástico se podría utilizar para el envasado dealimentos y, de hecho, su uso es muy adecuado, según el comunicado de la Denominación, para envasar el aceite de oliva virgen extra, ya que evita los problemas que se generan por la migración de polímeros cancerígenos procedentes de los plásticos convencionales derivados del petróleo al aceite y protege al aceite del proceso de oxidación provocado por el contacto con la luz.

Por otra parte, el nuevo bioplástico permitirá dotar de uso a las pieles de aceituna procedentes de la obtención de aceite de oliva, que actualmente no tienen ninguna utilidad ni valor económico.

Este proyecto de I+D cuenta con la colaboración de la almazara Potosí 10 S.A. inscrita del Consejo Regulador de la Denominación de Origen «Sierra de Segura», que ha cedido alperujo de la variedad picual de sus instalaciones de Orcera (Jaén) para la investigación.

Otra ventaja, es que las almazaras obtendrían un valor añadido a sus residuos, que pasarían a ser valiosos subproductos, de forma que si una almazara tiene una producción anual estimada, de 10.000 toneladas de aceituna, podría obtener 30.000 kilos de bioplástico, lo que podría suponer unos ingresos extra de 200.000 euros. La patente se encuentra en fase de puesta a punto del proceso industrial, y de licencia de uso.