Pese a que existe una corriente actual que aboga por su eliminación, entre las principales propiedades de la sal se encuentra que es un mineral totalmente indispensable para la vida, ya que nuestro organismo la necesita para poder funcionar correctamente y cumplir con todas sus funciones diarias. Por eso, desde dueto cocina urbana estamos interesados en utilizar el siguiente post para poner algo de luz en este complicado tema.
Como decíamos, entre las principales propiedades de la sal nos encontramos con que contribuye decisivamente a que nuestro cuerpo esté en todo momento bien hidratado, ya que permite que las células reciban agua en su interior.
En segundo lugar, y relacionado con lo anterior, ayuda a que nuestro organismo controle y regule todos los fluidos en su interior, incluida la agua. En tercer lugar, es un componente esencial para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
Eso sí. Hay que tener ciertas precauciones con su consumo, ya que habitualmente ingerimos el doble de la cantidad máxima recomendada, por lo que puede ser el motivo de la aparición de diferentes enfermedades. Según una institución tan respetada como la Organización Mundial de la Salud, con 5 gramos diarios es más que suficiente.
Como decimos, los beneficios y las propiedades de la sal para nuestro organismo son innegables, pero es su consumo abusivo lo que nos pone en peligro, creando riesgos para la salud que serían totalmente evitables con un poco de autocontrol. Así, un exceso puede provocar que los riñones no sean capaces de eliminar el excedente, concentrándose y acumulándose en la sangre.
¿Y qué provoca esto? Básicamente que el corazón ha de trabajar más para mover una sangre con más volumen a causa de la sal, aumentando la presión arterial (hipertensión) y pudiendo desencadenar todo tipo de inconvenientes renales y cardiovasculares, como infartos de miocardio o insuficiencias cardiacas.
Al mismo tiempo, un exceso de sal en nuestro cuerpo es la causa de que el organismo elimine más cantidad de calcio de la necesaria, favoreciendo el riesgo de sufrir osteoporosis y potenciando la aparición de algunos tumores como el del cáncer de estómago. Sin olvidar, lógicamente, que dificultará nuestra capacidad para respirar y favoreciendo el sobrepeso y la obesidad.
A la hora de reducir su consumo, una buena idea es probar con la sal baja en sodio, que permite minimizar todos estos riesgos para nuestra salud. Lo bueno es que pese a esta ganancia, no se sufrirá una pérdida de sabor en nuestras comidas.
Además de mirar todos los tipos de sal que hay en el mercado, no es mala idea tampoco sustituirla por otras especias que también resaltan el sabor de los alimentos. Sin olvidar que apostar por los alimentos naturales en vez de precocinados es una forma muy sencilla y eficaz de reducir la cantidad que ingerimos de este condimento.